Por más de 13 años, mi enfoque como médico se había centrado principalmente en la medicina convencional, también conocida como medicina occidental. Este abordaje se refiere al sistema de atención médica que utiliza métodos y tratamientos basados en evidencia científica. Lo cual incluye el uso de medicamentos, cirugía y otros procedimientos médicos para diagnosticar, tratar y prevenir enfermedades1.
Los medicamentos han sido y serán una herramienta esencial en el tratamiento de las enfermedades. Sin embargo, en un viaje de autodescubrimiento el cual inició hace 2 años, hizo que abriera los ojos a una perspectiva más amplia, integral y holística sobre el manejo de las enfermedades.
A través de estos 2 años, no solo me he dado a la tarea de conectar y entender a mis pacientes, también he observado la frustración que sienten cada uno de ellos cuando se les agrega un medicamento más a su lista, ya que en la mayoría de ocasiones no solo llevan el control con un especialista sino con varios, y obviamente para cada uno de los médicos su tratamiento es él más importante, y lo que es más desalentador es que a pesar de esta combinación de medicamentos a menudo no presentan una mejora significativa en su calidad de vida. La realidad es que la mayoría del tiempo esta solución parece ser solo una “curita” para los síntomas y no una verdadera cura.
Los medicamentos como los inhaladores juegan un papel crucial en el manejo del asma, especialmente durante los episodios agudos. Son esenciales para el control inmediato y sin duda salvan vidas. Sin embargo, por sí solos, no abordan todos los aspectos del bienestar del paciente. A pesar de su efectividad en el manejo de los síntomas, la dependencia exclusiva de medicamentos puede llevar a una sobrecarga de tratamientos y efectos secundarios, sin abordar las causas subyacentes del problema. Esto puede dejar a los pacientes atrapados en un ciclo de tratamiento sin fin.
Con un enfoque integral se trata de ir más a fondo, se trata de buscar la causa que ha provocado el desarrollo de la enfermedad o activación de los genes que en la mayoría de las ocasiones son producto de los estilos de vida poco saludables que hemos ido incorporando a nuestras vidas.
Más allá de los inhaladores y los tratamientos médicos tradicionales, el enfoque integral puede transformar radicalmente la manera en que gestionas el asma. Al adoptar una estrategia que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular, manejo del estrés y descanso adecuado, no sólo puedes controlar mejor tu condición, sino que también puedes experimentar beneficios que a menudo superan los efectos secundarios de los medicamentos.
Se ha comprobado que al integrar prácticas de vida saludable como la adopción de una dieta antiinflamatoria y un régimen regular de ejercicio, los pacientes experimentaron una mejora significativa en su control del asma2.
Sin embargo, este cambio no es sencillo. La vida moderna nos ha llevado a una zona de confort que, aunque cómoda, a menudo perpetúa hábitos que pueden empeorar el asma. Romper con esta rutina y adoptar un estilo de vida más saludable requiere un esfuerzo consciente y un compromiso personal. La decisión de transformar tu vida y tu salud comienza contigo mismo.
Recuerda que alcanzar una vida plena, saludable y menos dependiente de medicamentos es posible, pero implica un cambio significativo en tus hábitos y mentalidad. Si bien los tratamientos médicos son esenciales, la integración de estas prácticas en tu vida diaria puede ofrecer una mejora integral y duradera en tu bienestar.
Referencias
- Mortada E M (January 10, 2024) Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine in Current Medical Practice. Cureus 16(1): e52041. DOI 10.7759/cureus.52041.
- Yeh and Horwitz. Integrative Medicine for Respiratory Conditions: Asthma and COPD. Med Clin North Am. 2017 September ; 101(5): 925–941. doi:10.1016/j.mcna.2017.04.008.