¿Has tenido la oportunidad de notar cómo tu energía y vitalidad aumenta tras una sesión de ejercicio o actividad física al aire libre?
Todo tiene una explicación. Pero, antes de profundizar, seamos claros en que, el ejercicio y la actividad física realizada en cualquier lugar es un buen medio para mantener y potenciar la salud. De hecho, existe gran cantidad de literatura científica al respecto en seres humanos de todas las edades y diferentes condiciones de salud, incluso en las personas que padecen asma.
Como hemos escrito en entregas anteriores elegir una vida sedentaria genera una gran cantidad de problemas, por eso, si has tomado la decisión o tienes el interés de mejorar tu bienestar y has elegido el ejercicio como parte de tu estrategia, estás en el camino correcto.
Ahora, entendiendo que el bienestar es una prioridad para ti debes saber que es posible incrementar los beneficios de este buen hábito. La clave está en llevar tu rutina de ejercicio al exterior para obtener una serie de “pluses” para tu bienestar físico y mental, que las sesiones en espacios cerrados no pueden generar. Te invito a continuar la lectura para que descubras por qué entrenar al aire libre podría ser justo lo que tu salud necesita.
Vamos más allá de lo obvio
El ser humano se caracteriza por ser racional, y eso a veces nos separa de nuestra intuición. Sin embargo, es probable que hayas experimentado una sensación de bienestar y plenitud en una caminata en el bosque, la montaña o la playa. Así es, hay muchos beneficios más allá de lo obvio cuando se realizan actividades al aire libre y es en extremo valioso que conozcas algunos de ellos.
Beneficio 1: Baño de Sol y Luz Natural
La exposición a la luz solar es la forma natural del cuerpo para sintetizar o producir vitamina D. Esta vitamina juega un rol fundamental en el funcionamiento correcto del sistema inmunitario (sistema de defensa del organismo) y modula la respuesta inflamatoria, siendo (en valores óptimos +50 UI) especialmente beneficioso para todas las enfermedades con componentes inflamatorios, como el asma.
Además, es esencial para la salud ósea, siendo crucial para la correcta absorción de minerales como el calcio y fósforo. No sobra decir, que la salud de los huesos es vital para un envejecimiento con plenitud y libre de las complicaciones asociadas a la osteoporosis.
Estas son solo 2 aspectos importantes, pero la vitamina D juega un papel tan importante que todo el organismo tiene sus receptores VDR. Será por una buena razón.. Desafortunadamente esta vitamina suele estar en valores muy bajos en la población debido al estilo de vida (tiempo de oficina, predilección por actividades nocturnas, campaña negativa contra la exposición al sol), esto repercute en la salud de toda las personas que tienen niveles subóptimos de vitamina D.
Beneficio 2: Ritmos Circadianos
“No soy una persona mañanera” es una frase que se escucha con frecuencia y que responde al desfase del ciclo circadiano. ¿Será que ser una persona “nocturna” es saludable? No lo es. La luz natural y la oscuridad son fundamentales para tener un ritmo circadiano bien sincronizado, es decir, que tu reloj biológico interno esté alineado con el ciclo natural.
Exponerse a la luz natural por la mayor cantidad de horas al día y reducir el uso de luz artificial es una de las mejores decisiones que se pueden tomar para una buena salud, el bienestar y el correcto funcionamiento para el organismo. Con esto, nuestro cuerpo debería ser capaz de tener:
- Sueño de calidad: Una buena sintonía facilita conciliar el sueño por la noche, tener un descanso más profundo y reparador, y despertarnos más descansados y alerta.
- Niveles de energía estables: Ayuda a tener más energía y vitalidad durante el día y reduce la somnolencia diurna o la sensación de fatiga constante.
- Rendimiento mental: buena capacidad para concentrarse, memorizar, aprender, reaccionar y tener la agudeza mental óptima durante las horas de vigilia.
- Estado de ánimo estable: reduciendo el riesgo o la severidad de trastornos del ánimo como la depresión y la ansiedad.
- Correcta salud metabólica: regulando el apetito, el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina, disminuyendo el riesgo de desarrollar obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo 2.
- Equilibrio Hormonal: Asegura que hormonas clave como el cortisol (que nos ayuda a despertar y manejar el estrés) y la melatonina (que induce el sueño) se liberen en los momentos adecuados del día.
- Correcta función cardiovascular: Contribuye a patrones más saludables de presión arterial y frecuencia cardíaca a lo largo del día y la noche.
- Sistema inmunitario fuerte: El sueño reparador y los ritmos circadianos estables están íntimamente ligados a una función inmunológica eficiente.
- Buena digestión: El sistema digestivo también sigue ritmos circadianos; la buena sincronización favorece una digestión y absorción de nutrientes eficaz.
Un ritmo circadiano en sintonía es fundamental para que todos los sistemas del cuerpo funcionen de manera óptima, promoviendo una mejor salud general y bienestar a corto, mediano y largo plazo.
Beneficio 3: Conexión con la Tierra (Grounding)
A modo de broma me gusta decir que el “grounding” comenzó a ser beneficioso desde que nos separamos del suelo por el uso de zapatos. El tema es que estos beneficios siempre fueron nuestros, pero el rumbo de nuestras decisiones como sociedad nos han separado de estas prácticas.
El grounding no tiene ninguna complejidad, es simplemente conectar tu cuerpo directamente con la superficie de la Tierra, como cuando caminas descalzo sobre el pasto, la arena o la tierra y sus beneficios van más allá de lo obvio.
¿Has escuchado sobre los radicales libres? de forma sencilla los radicales libres son un subproducto que nuestro cuerpo produce por el metabolismo (el uso de energía) y la exposición a toxinas (colorantes, saborizantes, alcohol, tóxicos ambientales, teflón, maquillaje, electromagnetismo, etc). El cuerpo debe hacerse cargo de este subproducto porque su acumulación causa un daño llamado estrés oxidativo, que contribuye a la inflamación, el envejecimiento y diversas enfermedades. Los radicales libres tienen una carga eléctrica positiva y son moléculas inestables que buscan activamente electrones (de las proteínas, el ADN o las grasas) para estabilizarse.
Ahí es donde entra en juego el grounding, la superficie de la Tierra mantiene una carga eléctrica natural predominantemente negativa. Esto se debe a fenómenos atmosféricos globales (como los rayos) que transfieren electrones a la superficie. Por lo tanto, la Tierra actúa como una reserva vasta y prácticamente ilimitada de electrones libres (con carga negativa). Sin embargo, el estilo de vida moderno (zapatos con suelas aislantes, casas que nos separan del suelo), nos desconecta eléctricamente de esta fuente de electrones terrestres. Esta desconexión nos lleva a una acumulación de carga positiva en nuestro cuerpo o a un déficit de electrones fácilmente disponibles para neutralizar los radicales libres que generamos internamente.
Cuando hacemos contacto con la Tierra se crea un “puente” en donde los electrones libres y móviles de la superficie terrestre pueden fluir hacia el cuerpo. Una vez dentro, estos electrones actúan como potentes antioxidantes naturales. Al tener carga negativa, pueden donar directamente un electrón a los radicales libres, neutralizándolos y estabilizándolos antes de que puedan dañar las células.
Esta conexión eléctrica con nuestro planeta influye directamente en nuestra fisiología a nivel celular. Y sus beneficios están al alcance, se pueden hacer ejercicio descalzo o finalizar la sesión haciendo una caminata o estiramiento conectado con la tierra.
Beneficio 4: Aire fresco vs. Ambientes cerrados
Los espacios cerrados y llenos de gente pueden tener algunos inconvenientes. Hay que recordar que el oxígeno es vital para el funcionamiento del organismo y la producción de energía.
En los lugares cerrados se puede disminuir su concentración y esto puede representar un problema para el rendimiento y la salud. Además, en estos lugares se puede acumular dióxido de Carbono (CO2), polvo, micropartículas y otros contaminantes (como los que se usan para la desinfección de los equipos) que pueden generar daños para el organismo. A diferencia, cuando estamos afuera (especialmente en la naturaleza) tenemos una disponibilidad de oxígeno óptima y el CO2 que exhalamos (y el de otros) se dispersa rápidamente gracias al viento y el espacio abierto.
Dentro de casas, oficinas, gimnasios o cualquier lugar con ventilación limitada, el CO2 que exhalamos se concentra. Cuantas más personas haya y peor sea la ventilación, más suben los niveles. ¿Has sentido esa sensación de somnolencia, pesadez o dificultad para concentrarte en una habitación llena o mal ventilada? El CO2 acumulado puede ser ese factor que lo genera.
Entrenar en un ambiente natural no solo es un placer para los sentidos, sino que generalmente nos permite respirar un aire con niveles más bajos de CO2 y contaminantes acumulados, y más rico en componentes naturales beneficiosos, en comparación con pasar largos periodos ejercitándose o simplemente estando en espacios cerrados.
En el caso de los asmáticos todas estas prácticas tienen altos beneficios, pero siempre es importante tomar en cuenta la susceptibilidad a ciertos alérgenos presentes en el aire o posibles desencadenantes como las condiciones del tiempo y llevar la medicación de rescate. Además se debe tomar en cuenta la condición física si se planea realizar una caminata con mucha inclinación.
Beneficio 4: Estímulo Mental y Reducción del Estrés
El estrés mal gestionado puede ser la chispa que prende el fuego de una enfermedad, puede ser el origen de una crisis asmática o tus síntomas del asma. Para descargar el estrés en el contexto moderno, se suele buscar manejarlo a través del alcohol, el consumo de drogas, la comida, el cigarro o ver TV hasta tarde por la noche. Estas “soluciones” solo suman al problema. Pero el ejercicio si que es una buena opción y más si se realiza en el exterior.
El ser humano tiene una conexión innata con la naturaleza, es nuestro hogar. Esto mentalmente trae consigo una sensación restauradora, que calma la mente y permite reducir el estrés.
¿Necesitas variedad? La naturaleza está en constante cambio, y aunque nos encontremos en el mismo sitio siempre podremos descubrir novedades en el entorno, dándole un matiz que sólo en el exterior se puede obtener, siendo en parte un motivo más para generar adherencia aumentando la motivación y la variedad a los entrenamientos.
Hace tiempo aprendí a través de una frase (no recuerdo a su autor) que la naturaleza se expresa y nunca juzga, nunca viste un árbol avergonzarse por el tamaño de sus ramas o un tigre quejarse por sus manchas. Por lo cuál, la naturaleza puede ser el entorno ideal para darle un giro aún más positivo a tus entrenamientos o que puedas dar tus primeros pasos para incorporar un hábito que sumará años de calidad a tu vida.
Conclusión
Nosotros buscamos el entrenamiento en exteriores cada vez que podemos, ese es nuestro norte, porque hemos decidido construir nuestra vida para potenciar nuestra salud al máximo. Sin embargo, nuestro contexto por ahora nos obliga a hacer ejercicio en interiores varios días a la semana, pero como les comentaba al inicio esto también es una buena práctica (¡No te detengas!).
La alternativa está a tu disposición para mejorar la producción de la vitamina D, reducir la inflamación en el cuerpo, obtener el efecto antioxidante del grounding y los efectos emocionales y mentales de estar en el exterior. Estos son beneficios que van más allá de lo obvio y que no se logran en una sala de entrenamiento.
Ahora quiero invitarte a reflexionar: ¿Cómo puedes integrar un poco más la naturaleza en tu rutina de movimiento? recuerda que no tiene que ser algo drástico. Quizás puedas empezar con una caminata corta descalza por el pasto o elegir hacer tus estiramientos bajo el sol. ¿Qué pequeño paso darás esta semana?”