Los principios de año son como el aire fresco que renueva nuestras energías, nos despeja la mente y nos pone en disposición de buscar ser una mejor versión que el año anterior. Sin embargo, vivimos en un mundo que constantemente nos empuja a hacer más, tener más y ser más.
Con el propósito de crecer, saturamos rápidamente nuestra agenda: aceptamos más trabajo, adquirimos una deuda para estrenar un carro, nos inscribimos en cursos de crecimiento profesional, iniciamos una nueva profesión o forzamos la entrada de un nuevo hobbie.
No hay nada de malo en estas cosas. Sin embargo, vale la pena detenerse un momento y reflexionar: ¿Es esto realmente lo que necesito ahora? Tal vez, en lugar de sumar más, lo que tu vida necesita es soltar, simplificar y aprender a decir que NO con más frecuencia.
A medida que avanza el año, acumulamos compromisos que, de repente, no resuenan con nuestra esencia. Incluso llegamos a odiar ciertas tareas o adquirimos cosas que solo nos roban espacio, energía y tiempo. Estos elementos saturan nuestra agenda y nos dejan apenas el espacio suficiente para prepararnos para el día siguiente, absorbiendo por completo nuestra vitalidad y alegría.
El poder de decir ‘no’
Muchas veces, decir ‘sí’ automáticamente nos aleja de nuestras prioridades. Por eso, haz una pausa y cuestiónate:
- ¿Lo hago porque realmente lo quiero o porque siento que ‘debo’ hacerlo?
- ¿Qué pasaría si dijera que no?
- ¿Esta actividad o compromiso me acerca a mi bienestar?
A veces, el mayor acto de crecimiento no se mide en logros visibles. Aprender a detenerse, a soltar lo innecesario y a viajar más liviano también es crecer.
Quizás, nuestro objetivo más importante este año no sea agregar más actividades, sino abrir más espacio para un descanso reparador, uno que libere nuestra mente del tránsito apresurado de la sociedad. Tal vez, lo que realmente necesitamos es tiempo para conectar y disfrutar más, reír con libertad y amar con intensidad a nuestros seres queridos.
Cada ‘sí’ que dices a algo que no te nutre, es un ‘no’ a tu paz, a tu salud y a tu descanso. No hace falta esperar un día especial para replantearte tus objetivos. A veces, menos realmente es más.
Un ejercicio para empezar a soltar
Responde estas preguntas para identificar los primeros pasos hacia una vida más ligera:
- Haz una lista de 3 actividades, compromisos o cosas materiales que sientas que están drenando tu energía.
- Reflexiona si realmente necesitas cada una de ellas en tu vida.
- Elige una de ellas y suéltala esta semana.
A veces, la mejor manera de crecer no es agregar más ramas al árbol, sino podar las que ya no dan frutos. Este año, que tu propósito no sea solo sumar, sino aprender a restar. Crea espacio en tu agenda, en tu mente y en tu corazón para lo que realmente importa: tu salud, tu descanso y los momentos que te hacen sonreír.
A veces, el mayor acto de amor propio es aprender a dejar ir.