En efecto una práctica desregulada de actividad física podría complicar la condición asmática, sin embargo las dosis bajas y moderadas de ejercicio pueden traer grandes beneficios para las personas con asma, mejorando la condición física, la tolerancia a los factores desencadenantes y disminuyendo la necesidad de medicamentos.
El problema de los pacientes que aceptan un diagnóstico como “sentencia” es que lo llevarán consigo como un estigma y en muchos casos abandonarán la idea de combatir su enfermedad, dejando todo en manos del médico.
Entendemos que los pacientes con asma moderada o severa pueden tener dificultades en las actividades cotidianas, viéndose limitadas por defecto en el rendimiento físico, haciendo que quieran evitar el ejercicio³. Pero, lo que a partir de hoy debes tener muy presente es que la actividad física casi en cualquier contexto tiene un efecto protector contra todas las causas de morbi-mortalidad¹ debido a sus efectos antiinflamatorios².
Los estudios científicos validan los efectos positivos del ejercicio para controlar el asma bronquial, reduciendo la obstrucción del bronquio inducido por el ejercicio, el consumo de corticoesteroides, además de mejorar los factores psicosociales². Esto quiere decir que una mejoría en la condición física te permitirá progresivamente realizar una mayor cantidad de actividades, durante más tiempo y con mayor intensidad, a la vez que podrá reducir el consumo de medicamentos para el control del asma.
En pacientes que han desarrollado una buena condición física los riesgos de exacerbación o agravamiento han logrado ser disminuidos², incluso existen una gran cantidad de atletas olímpicos que compiten siendo personas asmáticas y han logrado alcanzar altos niveles de rendimiento físico⁴.
Desafortunadamente la formación médica no alcanza para especializarse en prescripción del ejercicio y la influencia de medios externos como las redes sociales nos pueden dar una idea errónea del tipo de ejercicio, la intensidad y cantidad recomendada para tú caso particular.
Por eso si eres una persona asmática dale seguimiento a este blog, ampliaremos semana a semana los temas relacionados con la salud respiratoria y los beneficios que se pueden alcanzar a través de diferentes prácticas.
Referencias
1- Almeida, M. B., & Araújo, C. G. S.. (2003). Effects of aerobic training on heart rate. Revista Brasileira De Medicina Do Esporte, 9(2), 113–120. https://doi.org/10.1590/S1517-86922003000200006
2- Mendes, F. A., Almeida, F. M., Cukier, A., Stelmach, R., Jacob-Filho, W., Martins, M. A., & Carvalho, C. R. (2011). Effects of aerobic training on airway inflammation in asthmatic patients. Med Sci Sports Exerc, 43(2), 197-203. http://doi.org/10.1249/MSS.0b013e3181ed0ea3
3- Peric, R., Drobnic, F. M., & Baker, J. S. (2018). Feasibility of individualized aerobic threshold based exercise on ventilatory efficiency in sedentary adult asthma patients. Minerva Pneumologica, 57(4), 92-98. https://doi.org/10.23736/S0026-4954.18.01829-1
4- Del Giacco, S. R., Firinu, D., Bjermer, L., & Carlsen, K. H. (2015). Exercise and asthma: an overview. European Clinical Respiratory Journal, 2(1). https://doi.org/10.3402/ecrj.v2.27984