¿Cuál es el abordaje correcto para resolver un problema creciente como la obesidad?
Después de más de una década dedicado al acondicionamiento de diferentes tipos de población tengo claro que el rendimiento físico y la estética (fitness) no van de la mano con la salud. Aunque soy un gran admirador de ambas cosas, no solo por los resultados, sino también por el esfuerzo, la disciplina, la planificación y el orden que se debe manejar. También sé que se puede sacrificar mucho por los objetivos, pudiendo lesionar la integridad física, mental y emocional de las personas.
Así como los atletas pueden poner mucho en juego por sus objetivos, una persona con sobrepeso enfocada en los números de la báscula puede querer bajar a toda costa, convirtiendo el proceso en un dolor de cabeza y un obstáculo importante para una salud verdadera.
A gran escala se sabe que la Obesidad y sobrepeso representan un desafío para la salud mundial, pues se ha logrado establecer una estrecha relación con la inflamación crónica de bajo grado. Un estado que incrementa el riesgo de enfermedades metabólicas como la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, enfermedades autoinmunes, cáncer, enfermedad cardio y cerebrovascular, sin olvidar el asma bronquial.
Ante semejante problema la solución parece clara, la reducción de peso disminuirá significativamente los niveles de inflamación, y como efecto secundario la salud en general mejorará, reduciendo las probabilidades de una enfermedad.
Pero ¿Cuál es el mejor enfoque?
Desde nuestra perspectiva y con este panorama hay que evitar caer en el peso-centrismo. Buscar la reducción de peso no debe ser el único objetivo, ni el principal. Creemos que una propuesta centrada en el bienestar emocional, la calidad de vida y otros parámetros clínicos son incluso más importantes para mantener una buena salud a largo plazo, porque una persona con sobrepeso no necesita tener bajo control este problema el año que viene, necesita estar bien por el resto de su vida.
Por eso, desde una perspectiva integral se busca generar las condiciones necesarias para que la persona reduzca su peso corporal gracias a modificaciones en el estilo de vida. Un entorno adecuado facilitará que el cuerpo regrese a un peso óptimo, ni más ni menos de lo que debería pesar. Porque los cambios sostenibles en el tiempo son aquellos que evitan el sufrimiento de las personas, y transfieren más bien una sensación de bienestar físico, mental y emocional.
La pérdida de peso es un efecto inevitable de enfocarse correctamente en cosas como un buen descanso, la gestión del estrés, la exposición al sol, hábitos alimenticios correctos y la actividad física regular y moderada.
Opta por un enfoque integral para el bienestar emocional, mental y físico, que no te ponga como el enemigo a vencer. Un camino que te lleve al bienestar duradero y una salud vibrante.